miércoles, 12 de junio de 2013

CAPITULO 34




― No entiendo…
― Llévame con ese canalla― Gruño― Voy a patearle el trasero
― ¡Gonzalo basta! ― Lo tome del brazo― No entiendo porque te refieres a Pedro de esa manera. ¡No te permito que lo insultes así!
― ¡Ese idiota no merece mis respetos, Paula. Mucho menos los tuyos! ― Comenzó a caminar hacia las personas
― Debes tranquilizarte y explicarme porque has reaccionado así, Gonzalo― Me pare frente a él― De otra manera me veré en la necesidad de…sacarte de aquí
El me miro sorprendido. Estaba estupefacto.
― Tienes razón, no debo arruinar esta celebración― Sus facciones se relajaron― Escucha, esta semana tengo que salir de viaje. Pero me gustaría hablar contigo a mi regreso. El domingo a las 2:00 en punto. Sabes donde vivo. De preferencia que Pedro no se entere de esto.
― Esta bien― Respondí confundida
Gonzalo me miro avergonzado
― Perdóname Paula ― Hizo una mueca―Nos vemos el domingo, y entonces tendrás las explicaciones que buscas.
Sin más el giró sobre sus talones y se dirigió hacia la salida con paso acelerado. Yo me quede para ahí, completamente confundida. Minutos después agite mi cabeza para alejar esa escena de mi cabeza, cuando creí estar lista regrese con los invitados.

― ¡Cuñada! ― Escuché la voz de Fede llamándome.
Lo mire y trate de poner una sonrisa, seguía demasiado aturdida debido a las palabras de Gonzalo.
― ¿Pasa algo? Estas un poco pálida― Dijo Matias, que se encontraba al lado de Fede
― No, estoy bien― Asentí―
― Te desapareciste durante algunos minutos, Pedro estaba buscándote, al parecer quería hablar contigo― Fede tenía el ceño fruncido, estudiaba mis facciones
― Bueno será mejor que vaya a buscarlo, con permiso― Di media vuelta y comencé a buscar a Pedro, pero él me encontró a mi
― Preciosa, al fin te veo― Dijo tomando mi mano
― Pedro― Sonreí
― ¿Quieres bailar? ― Me tomo por la cintura―
― Será un placer―
Me condujo hasta la pista de baile y con delicadeza puso una mano en mi cintura y atrapo mi mano con la suya, yo descanse la cabeza sobre su hombro, mientras nos mecíamos al compás de la música.
Era más que obvio que Gonzalo seguía sin soportar a Pedro, ¡extraña cosa! Pues solo se habían visto en cuando mucho seis ocasiones. Sin embargo ese desagrado era correspondido, yo era consciente de que en varias ocasiones en que Pedro me había acompañado a casa y nos habíamos topado con mi hermano, su cara daba un cambio drástico. Sus facciones inmediatamente se endurecían y siempre me rodeaba por la cintura, como si tratase de protegerme o <<defender lo suyo>> como solía decir Gonzalo.
Gonzalo nunca se había cansado de repetirme que jamás confiaría en Pedro. Inclusive un día antes de la boda había hablado conmigo diciéndome que si llegaba a sentirme infeliz a su lado, el me ayudaría con el procedimiento del divorcio. No en vano había estudiado leyes.

El tiempo pasó volando y la fiesta llego a su fin. Yo estaba demasiado cansada, había andado de arriba abajo durante todo el evento, pero no había sido en vano puesto que Pedro siempre mantuvo una sonrisa en su rostro.
― Ha sido un esplendido día, gracias amor― Dijo Pedro metiéndose en la cama
― De nada, ha sido un placer― Conteste mientras recostaba mi cabeza en su pecho
― Aunque en varias ocasiones te note ausente. ¿Quieres contarme algo? ― Comenzó a acariciar mi cabello
¿Debería contarle lo que paso con Gonzalo? No. El había dicho que sería mucho mejor que Pedro no se enterara. Pero después de todo Pedro es mi marido y no merece que yo le oculte nada. Mientras trataba de encontrar las palabras más adecuadas para decirle que me vería con Gonzalo el domingo siguiente, su caricias comenzaron a surgir efecto y pronto mis parpados se cerraron, estaban completamente pesados debido al cansancio.
― Que descanses cariño― Susurro Pedro en mi oído.

El día lunes llegamos a la oficina y algunos empleados lucían contentos, otros estresados debido al trabajo.
― Paula, ¿podrías traerme el balance de este mes, por favor? ― Pedro estaba con la vista fija en el ordenador.
― Seguro, ya regreso― Salí de su oficina y fui a mi escritorio, comencé a buscar los papeles.
En ese momento el teléfono comenzó a timbrar.
― Interworld Bussines― Respondí
― Con el señor Pedro Alfonso, por favor―Era la voz de una mujer
― Un momento, ¿de parte de quién? ― Dije amablemente
― Es no importa demasiado. Es urgente que el atienda esta llamada―
― De acuerdo― Dije con el ceño fruncido. Le pase la llamada a Pedro y él me agradeció con la mano.
― Hola querida Paula― Dijo una voz que yo reconocía a la perfección.
― ¡Hola Carlos! ― Salude con una gran sonrisa― Me da gusto que aun estés aquí, Hawái debe estar feliz de no tenerte ― Reí
― Yo no lo creo. Seguramente muchas señoritas lindas me están extrañando― Dijo sonriente
― Ya lo creo― Mire hacia la oficina de Pedro― Esta atendiendo una llamada, tal vez debas esperar
― De hecho creo que es una llamada que a mí también me interesa, así que con permiso señora Alfonso― Dijo con tono muy educado y una sonrisa.
¿Acaso Pedro estaba dentro de un negocio muy grande e importante como para necesitar la asesoría de su mejor amigo Carlos?

¡Esa semana había estado condenadamente agitada! Y no solo por el hecho de que Pedro me había encargado miles de tareas, sino porque yo sospechaba que solo lo hacía para mantenerme ocupada en algo. Tres días de la semana tuvo que salir de la empresa a la misma hora, y cuando regresaba simplemente no tenía el valor de mirarme a los ojos. Eso realmente me tenía inquieta ¿Qué estaba pasando con él?



Todos tenemos secretos. Pero si él tenía uno verdaderamente confidencial, al menos podría fingir que no existía tal secreto y así yo evitaría sacar mis propias conclusiones.

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Aca les dejo un capitulo!! más tarde subo otro!
gracias!
@jesicaleiva1



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