Bajo del coche y se dirigió sin escalas a su despacho. Se deshizo del saco y corbata. Luego se dejo caer en su silla mientras se servía una cantidad razonable de whisky. Apenas había dado el primer trago cuando la puerta se abrió.
― ¿Problemas? ― Preguntó Victoria mientras caminaba hasta el escritorio
Pedro se limito a elevar las comisuras de su boca y pasar la mano por sus pelo, a manera de desesperación.
― Supongo que todo esto tiene que ver con Paula― Victoria tomo asiento― Sin embargo, no creo que el encerrarte aquí solo con un vaso de whisky sea la mejor opción.
― Estoy consciente de ello. Pero necesito pensar algunas cosas― Pedro sirvió otro vaso y se lo acerco a Voctoria― ¿Me acompañas?
― Si no lo acepto, tú lo beberás, ¿cierto? ― Vcitoria trataba de sonar amistosa, pero en realidad quería tomar a Pedro por los hombros y agitarlo para que reaccionara.
― Si― Pedro sonrió mientras asentía― Pero no te preocupes tengo planeado tomar más de cuatro vasos
― Mientras yo esté aquí lo máximo que beberás será ese vaso que ya llevas a la mitad―Victoria dio un sorbo al vaso que Pedro le había ofrecido― Tengo algo que te pertenece.
― ¿Y qué es? ― Pregunto Pedro sin prestar mucha atención.
Victoria puso su mano en forma de puño sobre el escritorio y luego la abrió. El diamante con la cadena cayó cerca de la mano de Pedro.
― Supongo que lo reconoces― Dijo Victoria mientras lo miraba con nostalgia
― Efectivamente― Pedro tomo el dije entre sus manos y comenzó a examinarlo contra la luz que entraba por las cortinas― ¿De dónde lo has sacado?
― Paula me lo regaló el día de ayer. Me dijo que ella lo había comprado, pero yo no me trague ese cuento―Victoria hiso una pausa para examinar la postura de Pedro― Tu siempre me dijiste que cuando encontraras a tu mujer ideal te casarías con ella y que el primer regalo que le darías sería un diamante.
En ese momento el recuerdo de Paula con el diamante alrededor de su cuello asaltó la memoria de Pedro. Sonrió con amargura y fijo su vista en Voictoria
― Paula se ha ido de la casa ayer por la noche. Se ha molestado conmigo― Pedro volvió a llenar su vaso con whisky, ignorando la mirada amenazadora que Victoria le lanzaba― Dudo que vuelva, sinceramente.
Victoria guardo silencio por unos minutos. A pesar de todo le sorprendía el hecho de que Pedro siguiera desahogándose con ella. Desde que ambos eran prácticamente unos niños siempre se contaban sus secretos y era justamente por eso que Victoria se había enamorado de él… o al menos eso solía creer hasta la semana pasada cuando conoció a aquel chico tan adorable, el mismo del que le había estado hablando a Paula.
― Yo la vi haciendo una maleta, pero me dijo que ustedes se irían de viaje― Victoria suspiro― Supongo que me mintió…
― Que ironía― Pedro recargo la cabeza en la silla― Odia las mentiras, es por eso que se ha molestado conmigo.
― Todos mentimos. Y créeme, ella regresará. Dudo mucho que ignore lo que siente por ti por un simple bonche de mentiras― Victoria sonrió― Además ella está consciente de que muchas irán tras de ti ahora que están separados.
― Tal vez eso sea lo mejor, ¿sabes? Al principio de nuestra relación tuve que rogarle en repetitivas ocasiones―Pedro comenzó a jugar con el diamante que estaba entre sus manos― No pienso hacerlo esta vez. Tal vez haya sido mi culpa que se fuera… pero no quiere hablar conmigo y por lo tanto yo respetare su decisión.
― No puedes estar hablando en serio… eso mi querido amigo es efecto del alcohol― Victoria retiro el vaso de Pedro.
― Aun estoy en mis cinco sentidos como para saber lo que digo― Pedro volvió a tomar el vaso y bebió― En serio Victoria,Paula no merece que yo haya luchado tanto por ella…ya me canse.
― Si ella entrara por la puerta en este preciso instante, sé que no perderías tiempo y correrías a estrecharla en tus brazos, ¿o me equivoco? ― Victoria se puso de pie y tomo el teléfono del despacho― Dame su número, la llamare. Tiene que enterarse de todas las tonterías que estás diciendo
Pedro miro a Victoria mientras sonreía con arrogancia. De un solo sorbo vació el vaso de whisky y se puso de pie.
― Necesito distraerme, voy a salir― Se puso el saco y comenzó a caminar hacia la puerta―
―Estas como loco si crees que te dejaré ir― Victoria se puso contra la puerta― Ya no tienes 18 años Pedro, así que compórtate y mejor ve a dormir
Pedro aparto a Victoria de la puerta con cuidado a pesar de la resistencia que ella ponía. Tomo las llaves de su coche y condujo hasta el departamento de Carlos. Llamó a la puerta y su amigo inmediatamente la abrió. Pedro entro con paso acelerado.
― ¿Qué te pasa? ― Pregunto Carlos mientras lo seguía con la mirada
― Le pediré a Paula el divorcio― Dijo mientras iba a la pequeña cantina de Carlos.
― ¿Pero de que hablas? Si no me equivoco hoy en la empresa me dijiste que esperarías hasta mañana para hablar con ella y llevarla de regreso a tu casa― Carlos fue a la cantina― ¿Qué te ha hecho cambiar de opinión?
― El alcohol― Respondió con indiferencia― Así que sé un buen amigo y acompáñame con una copa.
― Tengo una mejor idea― Carlos lo jalo del saco y lo llevo hasta su automóvil. Sentó a Pedro en el asiento del copiloto y él en el del conductor.
Pedro iba demasiado molesto como para dirigirle la palabra a su amigo, por lo que se limito a cruzar los brazos y poner atención en el camino que Carlos recorría. Se sorprendió demasiado cuando aparcaron frente a la casa de los padres de Paula.
― ¡Maldición Carlos! Jamás debí decirte donde se estaba quedado Paula― Pedro lo miro con enojo― ¿Qué diablos hacemos aquí?
― Fácil. Quiero que le digas a Paula en su cara que piensas divorciarte de ella― Carlos apago el coche y le ordeno a Pedro bajar.
― Así que dudas que hable en serio― Pedro sonrió con amargura― Bien, lo haré.
Con determinación retiro el seguro y bajo del coche. Camino hasta la puerta de la casa y toco el timbre. Paula la abrió.
― ¿Tu de nuevo? ― Pregunte cuando Pedro entro a la casa esquivándome
― Si, yo de nuevo. Necesitas saber algo― Pedro se cruzó de brazos ― Quiero el divorcio.
Apenas pronunció esa palabra sentí como un dolor se expandió por todo mi cuerpo. Lo mire con furia y camine hasta encararme a el.
― ¿Verónica? ― Pregunte mientras lo tomaba del cuello de la camisa― ¡Respóndeme Pedro!
― No― Dijo el mirándome con frialdad― Tu necedad de no querer escuchar mi explicación. Te rogué en un principio es verdad, pero esta vez no lo haré…
― No puedes estar hablando en serio― Mis ojos estaban completamente cristalinos― Hueles a alcohol… has estado bebiendo.
― Ignora eso,Paula― Tomo mis manos para quitarlas de su camisa pero yo me resistí― Hablo en serio, si tu no confías en mi esto jamás va a funcionar.
Fue entonces cuando comprendí la gravedad del error que había cometido. Mire a Pedro y simplemente no lo reconocí, era otro. Lo había lastimado, lo estaba lastimando con todo esto.
― Perdóname― Dije en un susurro.
El me miro fijamente y acerco su boca a la mía. Con un movimiento rápido me puso contra la pared y comenzó a besarme con fuerza. Yo correspondí su beso con la misma intensidad. Estaba molesta pero a la vez deseaba besarlo y que le quedara claro que yo no quería el divorcio. Pedro tomo mi cintura y me apretó contra él mientras sus labios recorrían toda mi cara. Finalizo el recorrido cuando se detuvo en mi boca y la apresaba a la suya con avidez. Sentí que el aire me faltaba y con un poco de fuerza lo separé de mí
― Con esto solo has hecho que las cosas se compliquen― Dijo agitado― No debiste permitir que te besara, Paula― Pedro gruño y abandono la casa.
Mientras yo recuperaba el aliento y trataba de restablecer mi ritmo cardíaco mire como se alejaba y subía a su coche.
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2/2
gracias por leer!!
@jesicaleiva1
ayyy ojala se reconcilien pronto!!!
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