jueves, 13 de junio de 2013

CAPITULO 38



Fije mi vista en la puerta y pronto Pedro apareció ante mí. Mi corazón dio un vuelco.
― Paula, amor mío― Camino hasta mi y tomo mi cara entre sus manos― No sabes como ansiaba llegar a casa para contemplar tus ojos, tu boca…
Con ternura me separo las manos del barandal de la escalera y las llevo hasta su cuello, luego rodeo mi cintura y choco su frente con la mía
― Jamás volveré a salir sin ti― Sonrió― Me sentía incompleto
Con su mano cerro mis ojos y acerco su boca a la mía, lentamente rozo mis labios y después comenzó a besarme. Yo no debía estar correspondiendo a ese beso… sin embargo me era inevitable.
― Te amo― Susurro contra mis labios― Te amo demasiado Paula.
Esas palabras habían acabado conmigo, me habían destrozado por completo. Mientras el volvía a besarme, yo sentí como las lagrimas comenzaban a brotar de mis ojos y Pedro tampoco tardo en notarlo puesto que con sus labios ahogo un sollozo que provenía de mi garganta.
― ¿Qué te pasa amor? ― Acarició mi mejilla para enjuagar las lagrimas
― Pedro― Dije abriendo mis ojos y secando las lagrimas― Me voy
El frunció el ceño, no había comprendido mis palabras

― ¿Cómo dices? ― Me beso― ¿Cómo que te vas?
― Si, me voy― Suspire― Me he enterado de que tu y Verónica sostuvieron una relación amorosa hace algunos años, también estoy consciente de que esta semana tu y ella se reunieron en más de una ocasión. Y por si eso fuera poco, también se sobre el dinero que depositas en la cuenta de mi padre, lo cual para nada me agrada.
Pedro tenía la boca entreabierta a causa de la impresión. Era como si simplemente le hubiesen dado la peor noticia de su vida. Dio un paso hacia mí pero yo retrocedí.
― ¿De dónde has sacado todo eso? ― Pregunto después de un largo silencio
― Eso es lo que menos importa. Lo que llama mi atención es que… no lo has negado― Sonreí con amargura
― Porque todo eso es verdad― Tomo mi mano― Pero no en el sentido que tú piensas, todo tiene una explicación.
Mire la manera en que sostenía mi mano y chispas de coraje se manifestaron en mi interior. Con un movimiento brusco me zafe de su agarre
― Desde nuestra primera cita sabes cuánto odio la mentira, sabes que no hay cosa que me haga enojar más y mira… ¡Tú me has estado mintiendo todo este tiempo! ― Dije con voz calmada
― Si te oculte que Verónica y yo habíamos tenido una relación fue para no lastimarte. Con respecto al hecho de que nos hemos estado viendo, si es verdad. ¡Me ha propuesto una barbaridad! ― Dijo con exasperación― Pero claro está que no aceptare, porque te amo.
― Si me amaras tanto como dices… me lo hubieses dicho y jamás hubieras mentido por mí. Le dijiste a mi padre que yo estaba consciente de que tú le depositabas dinero…
― Te pido de favor que me digas de dónde has sacado toda esa información― Trato de sonar calmado
― Gonzalo me lo ha dicho― Dije dándole la espalda
― ¡Pero claro! ― Grito Pedro― Parece que al fin está logrando su propósito…separarnos!
― ¿De qué propósito hablas? ― Gire sobre mis talones para verlo de frente

Pedro soltó una carcajada demasiado amarga

― Así que tu hermano Gonzalo es bueno para hablarte sobre infinidad de cosas mías… y no buenas, sino malas. ¡Pero no es lo suficientemente valiente como para hablarte sobre el… y sobre el resentimiento que me tiene! ― Me tomo por los hombros― ¿No es así?
― No puedes quejarte. Tú tampoco me has contado ciertas cosas sobre ti, Pedro. Por lo tanto Gonzalo también tiene derecho a guardar secretos― Lo mire desafiante.
― ¡Te ha puesto en mí contra ese…traidor! ― Pedro apretó un poco mi brazo y comenzó a llevarme escaleras arriba
― ¿Qué haces? ¡Suéltame Pedro, te lo exijo! ― Pero él seguía subiendo era mucho más fuerte que yo― Déjame ir, por favor― Mi voz se quebró y él se giro para verme
― ¿Por qué te quieres ir? ― Se detuvo a medio camino― Se honesta.
― Porque no puedo evitar pensar que tu… solo has estado jugando conmigo todo este tiempo. Que en realidad yo solo he sido uno de tus caprichos debido a que al principio te rechace.
Realmente eso era lo que pensaba, y el haberlo dicho me hiso sentir débil, sin más fuerzas para seguir discutiendo. Mis rodillas se hicieron frágiles y me deje caer sobre el escalón.Pedro aun me sostenía del brazo. Comencé a llorar.
Sentí como Pedro me soltaba y se agachaba para tomarme entre sus brazos.

― No negare que en un principio solo estaba interesado en casarme contigo y hacer que con el tiempo me amaras…
― Y lo conseguiste― Lo mire con tristeza― Desearía no amarte tanto, de otra manera no me sería difícil irme…
Pedro se quedo inmóvil ante mis palabras, luego me levanto del escalón.
― No dejare que te vayas― Dijo firme― No después de eso que has dicho pues es obvio que yo te amo y tú me amas. Solo necesitamos hablar, no separarnos.
― Me será muy difícil perdonarte esto, Pedro― Desvié la mirada― Tan difícil que es más probable que me olvide de lo que siento por ti que de todas estas mentiras y engaños
― No digas eso― Dijo tomándome entre sus brazos, para evitar que yo siguiera bajando las escaleras
― Quiero irme, quiero irme!― Dije con lagrimas en los ojos mientras forcejeaba
― No solo se cuanto odias que te mientan― Hiso una pausa― También se que te molesta demasiado el hecho de que las personas actúen o tomen una decisión sin escuchar una explicación. Así que creo que mínimo tengo derecho a que me escuches, a que escuches el lado de mi historia y no solo el que te ha contado Gonzalo.
Deje de forcejear y lo mire fijamente
― Tienes razón.  sin embargo en este momento no me siento capaz de escucharte… estoy demasiado molesta… el enojo y dolor me han cegado casi por completo y por lo tanto solo oiré tus palabras,  no las escuchare
― Entonces debes tranquilizarte. Una vez que estés lista hablaremos―
― Tienes que dejarme ir, al menos por un par de días― Ignore el nudo en mi garganta― Quiero estar lejos de ti para pensar las cosas con claridad
― Tal vez el separarnos va a ayudarte, pero a mí no― Su voz era fuerte― Así que no te irás, tendrás todo el espacio que quieras aquí en la casa pero no vas a irte a otra parte
― Claro que lo haré― Comencé a bajar los cinco escalones que me separaban del suelo, luego me dirigí con determinación hacia la puerta de salida. Sentía como Pedro me seguía muy de cerca,  no intentaba detenerme, tal vez no me creía capaz de hacerlo.

Al salir de la casa mire hacia ambos lados y visualice el coche de Gonzalo. Con paso decidido camine hasta él y abrí la puerta. Cuando me estaba sentando aprecie como Pedro se paraba del lado de Gonzalo.
― Si te atreves a pisar el acelerador… no sabes de lo que soy capaz, Gonzalo― Amenazo Pedro mientras se mantenía serio
― ¿Lista? ― Gonzalo se refirió a mí, ignorando por completo las palabras de Pedro.
― Gonzalo, sabes que soy capaz de…
― Escúchame Pedro, tú has provocado todo esto. Debiste saber que Paula reaccionaría así― Gonzalo arranco y yo me sentí levemente aliviada… inmediatamente gire mi cuerpo hacia la ventana y comencé a llorar en silencio.

----------------------------------------------------------------

subí dos capítulos...
gracias!!!


7 comentarios: