jueves, 6 de junio de 2013

CAPITULO 23



En realidad habían sido dos lindos regalos. En una caja rosada con biberones por todos lados, estaba envuelto un lindo vestido color rosa,   que  ese lo había elegido Pedro. Yo por mi parte había elegido un vestido amarillo con un gran conejito en el centro,  Además había elegido unos diminutos zapatitos rosas a juego con un moñito, e iban dentro de una caja forrada con papel lleno de animalitos esponjosos y llevaba una etiqueta: De parte de Pepe y Pau.
― Ese regalo lo compraste tú, ¿por qué has incluido mi nombre? ― Pregunto tomando la caja entre sus manos.
― Oh vamos, no quiero parecer egoísta― Solté una risita― Además, ¿qué te preocupa si la pequeña Mili no sabe leer aun?
Pedro no pudo evitar reír y con cuidado despegar la tarjeta del regalo
― Entonces no lo necesitara― Lo pego en mi frente― En ti luce mejor
― Que gracioso― Lo abrace por la cintura― Ah sido un día fabuloso lleno de compras, pero estoy cansada, supongo que iré al cuarto a tomar una siesta
― ¿Quieres que vaya contigo?
― Seguro― Tome su mano― Vamos.


Al llegar a la habitación ambos nos recostamos en la cama y Pedro encendió el televisor, a pesar de que la película estaba bastante entretenida, el sueño pudo conmigo y lo último que sentí fue un beso en mi mejilla.

Al fin era lunes, Pepe y yo habíamos acordado no ir a trabajar ese día, después de todo, en la empresa todo marchaba bien y de manera tranquila.
Ambos nos arreglamos y tomamos los regalos, en poco más de 20 minutos, estábamos frente a la casa de Fede. Una enorme y hermosa casa, al igual que la de Pepe.


― Vaya― Dije cuando tome la mano de Pedro para bajar del coche.
― Lo sé, sin embargo tu sabes que la de nosotros es más bonita― Sonrió
― Que modesto eres, Pedro― Negué con la cabeza mientras sonreía
― Bien, vamos, se que mamá tiene muchas ganas de verte.
― ¿Por qué tu madre tendría…

Pero ni siquiera pude terminar la frase cuando sentí unos brazos estrechándome.

― ¡Paula! Pero que hermosa luces…me da gusto verte, hija― Era la señora Ana
― Señora Ana, a mí también me da gusto verla― Sonreí
― Oh no no, querida por favor solo llámame Ana― Me tomo de las manos
― Esta bien, Ana― Sentí como Pepe rodeaba mi cintura―
― Mi pequeño Pepe, bueno ya no tan pequeño― Ella estrecho a su hijo entre sus brazos y le dio un beso en la mejilla― Hacia mucho que no veía tanta felicidad en tu cara, cariño― Dirigió la vista hacia mí en manera de agradecimiento― Veo que ambos lucen felices, y no hay nada más satisfactorio para una madre que eso.
― Gracias mamá―Pedro le devolvió el abrazo― En realidad soy un hombre muy feliz― Tomo mi mano
― Y en serio me da gusto― Miro por encima del hombro― Supongo que querrán conocer a Milagros, su sobrina, así que adelante.


― Con permiso― Dije asintiendo y siguiendo a Pepe, quien aun me tomaba de la mano.
Caminamos un poco hasta divisar a Fede y a Lorena, quien sostenía un pequeño bulto rosa en sus brazos.

― Hermano― Pepe abrazó a Fede y le dio unas palmaditas en la espalda― Muchas felicidades― Miró a Lorena― A ti también, Lore― La abrazo con cuidado de no apretar a la bebé― Estoy muy feliz por ustedes
― Gracias Pepe― Contestó Fede con una bella sonrisa― Paula, un placer verte
― Lo mismo digo, Fede― Sonreí y dirigí mi vista hacia Lorena― Me alegro mucho de estar aquí, gracias por invitarme―
― Bueno ahora somos familia, ¿no es así? ― Dijo Lorena― Así que no tienes nada de que agradecer― Yo solo asentí y miré a la bebé
― Es hermosa― Toque su pequeña manito
― Si que lo es― Fede deposito un beso en la frente de Milagros― ¿Quieres cargarla?
― ¿Qué? O no yo no creo que sea buena idea― Pero inconscientemente estire mis brazos al ver que Lorena la acercaba a mi― Bueno…


Cuando la tuve entre mis brazos sentí una emoción especial, la última vez que había tenido a un ser tan pequeñito cerca de mi fue cuando nació el hijo de una amiga, y eso había sido 2 años atrás.


― Pedro hermano, necesito hablar contigo, ¿me acompañas? ― Pregunto Fede mientras ponía sus labios en la mano de su esposa Lorena
― Por supuesto― Pedro sacó las manos los bolsillos de su pantalón y me dio un beso en la mejilla― Regreso en un momento, Paula.
Yo asentí y cuando ambos se fueron Lorena y yo caminamos hacia la sala.

― ¿Te importaría quedarte sola unos instantes? Aun tengo que darle la bienvenida a más invitados― Suspiró― Y solo estaré tranquila sabiendo que Mili está contigo― Sonrió
― Claro, no hay problema― Sonreí y me senté en el sillón.
― Bueno ya regreso― Ella dio media vuelta y se fue.
Estaba observando cuidadosamente a la pequeña Mili cuando sentí una mano en mi hombro, el señor Alfonso.

--------------------------------------------------------------
Gracias!
 @jesicaleiva1 


3 comentarios:

  1. No nos podés dejar acá!!!!!!!!!!!!! Necesito el próximo capítulo PLEASEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. ayyy que tierno!!! ojala pronto pau se anime a confesarle a pepe lo que siente!!!

    ResponderEliminar
  3. Enganchadísima!!! quiero mas..... disfruto mucho esta novela y gracias porque siempre subis capitulos re seguido, solo que, somos insaciables, siempre queremos mas jajaja
    Me encanta y espero ansiosa el prox. capitulo.... creo que se viene la consumacion del matrimonio pronto y comenzaran a buscar su propio alfonsito.... :)

    ResponderEliminar