Me hinque a su lado y puse una de mis manos sobre una suya. Enfoque mi vista en sus labios ligeramente entreabiertos, deseaba besarlo, deseaba… sentir la suavidad de sus labios. Con dos de mis dedos recorrí ese par de líneas perfectamente delineadas, la inferior más gruesa que la superior. Estaba hipnotizada, ese tacto había sido suficiente para que mis dedos fueran sustituidos por mis labios. Fui acercándome lentamente hasta chocar mi boca con la suya, moví mis labios suavemente y cerré los ojos dejándome llevar por el momento, estaba consciente de lo que hacía, de la sensación que los labios de Pedro me provocaban, aun cuando el no estuviera consciente de lo que pasaba, seguramente había logrado meterme en su sueño. Me separe escasos milímetros. No quería abrir mis ojos, quería percibir todo con mis otros cuatro sentidos. Escuchar el latir de su corazón, aspirar su aroma, su esencia hasta que mis pulmones se sintieran saciados, sentir cada parte de su cuerpo gracias a mi mano recorriéndole y más aún volver a saborear su boca con la mía. Nuevamente mis labios aterrizaron sobre los suyos y esta vez sentí sus labios moverse.
Abrí mis ojos y me tope con los suyos, tan brillantes como dos estrellas titilando en plena noche.
― Lamento haberte despertado― Susurré y me sonrojé ligeramente.
Pedro no dijo nada y se acerco para besarme, yo correspondí su beso hasta sentir que necesitaba recuperar el aire y tranquilizar mi pulso.
― Sube a la cama amor― Dijo pedro con una sonrisa― Deseo tenerte cerca.
Me levante y subí a la cama. De inmediato él me rodeo por la cintura mientras depositaba tiernos besos por toda mi cara.
― ¿He interrumpido tu sueño? ― Pregunte mientras jugaba con su cabello
― No en realidad, puesto que estaba soñando contigo― Con un movimiento apenas notable me acerco más a él
― Yo recordaba la primera vez en que nos vimos― Lo bese.
― Ese es un día que yo jamás me permitiré olvidar― Dibujo una media sonrisa y con su mano cerró mis ojos depositando un beso en cada uno de mis parpados― Eres demasiado buena para ser real, aun no logro creer que tú me ames, me siento tan afortunado.
Estábamos en sintonía, ambos nos sentíamos afortunados de tenernos el uno al otro. Pero sabía que solo yo podía sentirme así, pues él era uno en un millón, yo en cambio una en un ciento.
Pedro comenzó a besar mis labios dulcemente…demasiado lento, sin prisas. El momento era tan sublime que no logre hacer más que quedarme quieta, mis labios ni siquiera lograban moverse en cambio los de él no paraban de hacerlo.
― ¿Es que no quieres besarme? ― Susurro contra mis labios.
― No es eso. Es solo que tus besos siempre me sorprenden, eres un experto― Fije mi vista en su boca― Me dan celos de tan solo pensar cuantas lograron probar tus labios de la manera en que yo los he probado…
Pero no pude terminar pues Pedro ya había atrapado mi boca con la suya. Sentí la necesidad de besarlo hasta que mis labios no pudieran articular palabra alguna en un largo tiempo. Tomándome por la cintura me acerco lo más que pudo a él y yo comencé a pasar mis labios sobre los suyos pero una vez más el me sorprendió besándome con ternura y luego con avidez. Por momentos abandonaba toda delicadeza y sus labios hacían movimientos rápidos, pero luego volvía a ser tierno y delicado, simplemente era un círculo vicioso. Y yo no quería que terminara. Así que me aferre a Pedro tomándolo por la camisa y él entendió mis deseos, por lo que no paro de besarme.
Inesperadamente una sensación extraña se origino en mi interior, obligándome a cerrar los ojos y separarme de Pedro.
― Paula, ¿te sientes mal? ― Preguntó con voz alarmada.
Abrí mis ojos y mi vista era nublosa. Tal vez era debido a toda la emoción que me causo el beso de Pedro, pero también era posible que fuera debido al embarazo. ¡El embarazo!
― No, no te preocupes estoy bien― Entrecerré los ojos en espera de que mi visibilidad volviera a ser completamente nítida.
― Querida no tienes porque mentir…
― Abrázame, no me digas nada, solo abrázame― Volví a acercarme a él y hundí mi cara en su pecho― Abrázame.
Lo hizo. Me estrecho entre sus brazos y yo suspire. Quería buscar las palabras adecuadas. Poco a poco fui sintiendo como él me abrazaba con mayor fuerza y yo lo agradecí.
― ¿Hablabas en serio cuando dijiste que te gustaría tener familia? ― Pregunte en apenas un susurro.
― Por supuesto. Jamás jugaría con algo así―Pedro depositó un beso en mi cabello― ¿Por qué?
Me libre de sus brazos y me separe un poco, hasta poder quedar de frente a él y contemplar sus ojos. Pase mi dedo índice lentamente por sus labios y el dibujo una media sonrisa. Di un suspiro que se extendió por toda la habitación y apoye mi mano en su mejilla.
― Creo que estoy embarazada― Dije con una gran sonrisa
Pedro quien momentos antes tenía trazada una ligera sonrisa en su boca, ahora solo tenía una línea recta.
― He sentido cansancio y las nauseas y mareos no dejan de presentarse― Mi voz tembló un poco a causa del nerviosismo― Creo que son síntomas suficientes para considerar que estoy embarazada.
Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas de felicidad. Pedro en cambio estaba tan quieto como una estatua, apenas y se escuchaba su respiración.
― Pepe…
El giro su cuerpo y se colocó sobre mí. Apreso mis labios con los suyos y al separarse yo lo mire confundida. Me había besado, siendo que segundos antes no había hecho movimiento alguno.
― ¿En serio crees que estas embarazada?― Preguntó con una gran sonrisa
― Si― Tome su cara entre mis manos― ¿Te he tomado por sorpresa?
― Pau, amor ¡no sabes la felicidad que acabas de desatar en mi interior! Simplemente estoy en shock― Pedro agitó su cabeza― Seremos padres… ¡vamos a ser papás!
Me tomo por la cintura y me puso de pie en el suelo. Luego me rodeo por la cintura y me suspendió mientras daba un par de vueltas
― Para, para― Dije entre risas― Harás que vomite.
El se detuvo y aparto el cabello de mi cara. Acarició mi mejilla con sus labios
― Estoy tan feliz― Deposito un beso en mi sien― ¿Por qué no me lo dijiste de inmediato? ¡Oh Paula esta es la mejor noticia que he recibido en mucho tiempo! Hemos compartido miles de momentos especiales pero esto… esto es único.
― Bueno, aun no estoy completamente segura, solo tengo el presentimiento. Después de todo aquella vez ninguno de los dos tomamos precauciones. Tal vez lo mejor sea que mañana vaya a practicarme una prueba de embarazo.
― Iremos juntos, cariño― Puso sus manos en mi vientre― Quiero compartir cada instante contigo y con el producto de nuestro amor.
No pude evitar que mis ojos lloraran
― ¿Esas lágrimas son de felicidad? ― Preguntó con una sonrisa
― Si, lo son― Sonreí y me recosté en su hombro― No sabes cuánto deseo tener un hijo tuyo
― Me da gusto saberlo― Pedro condujo suavemente mi cuerpo hasta la cama, haciendo que mi cuerpo descansará― Porque yo también quiero verte embarazada, y nueve meses después con nuestro hijo o hija entre tus brazos― Deposito un beso en mi frente― Dime algo, Paula, ¿Qué tan convencida estas de estar embarazada?
― Un ochenta por ciento― Me moví un poco debido a que Pedro se colocó sobre mí― ¿Por qué?
― Me da gusto que no sea al cien por ciento― Beso mi mejilla y fue bajando hasta el mentón― Porque en este momento podemos convertir ese ochenta en un cien― Levanto una ceja
― ¿Estas insinuando que…― Sonreí ―
― ¿Qué? ― Dijo besando mi cuello y tomando mi cintura― ¿Que hagamos el amor?
Asentí y coloqué mis brazos en su cuello.
― Si, eso insinuó― Me besó― ¿Te gusta la idea?
Lo miré fijamente y contuve el aliento. De inmediato en mi interior las mariposas comenzaron a revolotear. Pedro aguardo por mi respuesta mientras sus labios se movían por todo mi cuello y se detenían tentativamente en el hueco de mi garganta.
― Si― Dije con el poco aliento que me quedaba
― Me alegro― Sonrió― Esta vez seré aún más tierno, romántico…y apasionado. No sabes cómo las dos semanas pasadas desee tenerte así.
― ¿Cómo? ― Pregunté curiosa.
― Tan cerca de mí, embriagándome con tu aroma natural y peculiar, sintiendo tu cálida respiración y el acelerado latido de tu corazón ― Me sonroje― Y ese color rojo escarlata en tus mejillas.
Pedro llevo sus manos a mi espalda y yo di un pequeñito brinquito puesto que no me lo esperaba.
― Eres tan tierna e inocente que no puedo evitar pensar en amarte una y otra vez― Beso mi mejilla― Eres todo lo contrario a lo que siempre imagine en un momento de intimidad, eres hermosa y testaruda, pero a pesar de todo eso yo así te quiero.
― Y no logro entenderlo― Bromee― Eres un hombre admirable, Pedro.
― Ya lo creo― Puso sus manos sobre el primer botón de mi blusa― Pero ya habrá tiempo de seguir hablando, tenemos toda una vida para hablar…en cambio un momento como este solo se presentará cuando tú quieras.
― O tú― Esboce una sonrisa.
― Yo quisiera a diario amor mío― Dijo con una nota de picardía― Y más en momentos tan llenos de felicidad como este… y como siempre disfruto de momentos de felicidad a tu lado, pues tendríamos que hacerlo todos los días.
Ambos comenzamos a reír y yo me puse extremadamente roja a tal grado que no podía abrir mis ojos debido a la fuerza con que la gracia me había atacado.
― Nunca jamás volveré a darte una noticia tan buena, pues ya veo que te afecta― Levante mis cejas mientras una sonrisita traviesa aparecía en mis labios―
― Todo lo que tiene que ver contigo me afecta― Fue rozando mis labios―Quiero sentir como el amor llega hasta lo más profundo de nuestras almas.
Sin decir algo más, Pedro se dedico a besar mis labios de mil maneras diferentes. Sin duda alguna esta noche sería especial.
---------------------------------------------------------------
hola!! perdón por la tardanza! acá tienen el capitulo!!
gracias!
@jesicaleiva1
excelelente!!!!
ResponderEliminarhermoso capítulo,me encanto!!!
ResponderEliminarojala pau sí este embarazada!!!
Hermoso capítulo!!!! Derrocha amor!!!! Espero los de mañana!!!
ResponderEliminar