CAPITULO 65

― ¿A qué estás jugando? ― Trate de que el temblor en mi voz no fuera evidente.

Pedro comenzó a caminar en reversa y como aun no me soltaba, yo también. Tomo asiento en una silla que estaba en la esquina y luego me hizo sentarme sobre él, concentrando mi peso en su pierna izquierda para que pudiera verlo de frente.
― Camino a casa me di cuenta que he desperdiciado todo este mes. Prometí que te enamoraría y en lugar de eso solo he conseguido poner una gran barrera entre nosotros. Desde este instante, eso cambiará. No are más que cortejarte― Acaricio mi mejilla.
Desvié la mirada, no sabía que responder.
― Hacia mucho que no te veía nerviosa, no cabe duda que actúas igual que en nuestro primer mes de casados―
Intente levantarme y perdí el equilibrio. Si Pedro no me hubiese tomado de la cintura, habría terminado en el suelo.
― Vamos, mis piernas no pueden ser tan incomodas, ¿o sí? ― Pregunto con una sonrisa y voz divertida― Pero por si las dudas…― Tomo mi brazo y lo puso alrededor de su cuello.

Debido a ese movimiento centre mi mirada en él e inconscientemente sonreí.

― Así está mejor, con una sonrisa en tus labios― Dijo mientras apoyaba su mano en mi espalda.
Volví a desviar la mirada y sentí como pedro llevaba su mano de mi espalda, a mi vientre.
― ¿Qué tal va el embarazo? ― Pregunto moviendo su mano suavemente.
― Bien― Me costó trabajo hablar debido a los nervios.
― Me da gusto. Aunque aún no se nota― Dijo con una sonrisa―
― A través de la ropa no pero…
Analicé lo que había dicho y guarde silencio. Pedro levanto una ceja y sonrió
― ¿Puedo ver? ― Pregunto levantando un poco mi blusa.
― No― Dije en un grito. Pedro comenzó a reír y termino de levantar mi blusa hasta la cintura― ¿Qué no sabes lo que un NO significa?
― Si se, pero eres mi esposa y mi mujer… no tienes por qué ser tímida.
pedro puso su mano sobre mi vientre y una amplia sonrisa se dibujo en su cara. Su mano estaba a temperatura normal así que el recorrido que realizaba resultaba relajante.
― Estoy ansioso por tener a nuestro primer hijo o hija entre mis brazos― Dijo con alegría
pedro bajo mi blusa y me miro directo a los ojos.
― ¿Tu estas emocionada? ― Pregunto acercándose a mi cara.
― Si, aunque― Por un instante dude― Lo estaría aun más si tu y yo arregláramos nuestros problemas.
― La solución a nuestro problema es sencilla, permíteme acercarme a ti y tratar de ganarme tu amor.
― Pepe, yo no estoy enamorada de alguien más, solo te amo a ti― Lo mire directo a los ojos.
Él frunció el ceño y no dijo nada.
― Te extraño tanto, extraño que me beses…
pedro puso su dedo índice sobre mis labios y beso mi mejilla. Cerré los ojos y apoye mi cabeza en su hombro. Lentamente las manos de pedro rodearon mi cintura, su boca fue dibujando un camino hasta mis labios, pero se detuvo.
― pepe― Susurre
― ¿Qué pasa amor? ― Sus labios se movieron contra mi mejilla.
― Necesito tus labios― Mi voz tembló un poco―

Pedro se alejo un poco de mí y me hizo abrir los ojos. Empujo mi cuerpo hacia el suyo y nuestras frentes se encontraron.

― ¿En dónde los necesitas, amor? ― Dijo a milímetros de mi boca.
― pepe…
Entonces sus labios descansaron sobre los míos. Después de un mes entero sin tocarlos, besarlos, finalmente volvía a disfrutar de su sabor tan natural y delicioso. Pedro se movió hacia atrás y me miro fijamente.
― No sabes cuantas veces tuve que contenerme de besarte,Paula― Susurro
― Bueno, me debes demasiados besos, así que deja de hablar y bésame― Sonreí.
― ¿Tanto me has extrañado? ― Esbozo una sonrisa.
― Como no tienes idea, Pedro― Me acerque y con cuidado bese sus labios― ¡Te he extrañado en todos los sentidos!
― ¿Inclusive durante las noches? Porque yo a ti si, odio levantarme y no tenerte a mi lado. No soporto estar lejos de ti y de nuestro hijo, Paula.
Me levante de la silla y tome sus manos, de inmediato el se puso de pie y me miro confundido.
― Te amo demasiado, Pepe― Suspire― Necesito que me digas y demuestres que tú también me amas.

Me levantó entre sus brazos y me condujo a la cama. Con suma delicadeza empujo mi cuerpo hacia atrás y me hizo quedar recostada. Se posicionó sobre mi y comenzó a besarme con desesperación, al principio me tomo por sorpresa pero con cada beso, con cada caricia, hacia que mis emociones se despertaran y deseara más. pedro sumergió sus manos bajo mi blusa y la fue levantando poco a poco. Una vez que se deshizo de ella, se hinco en la cama y tomándome por los brazos me levanto, sus brazos cubrieron mi cuerpo al tiempo que sus labios se deslizaban suavemente por mi mejilla y cuello.
― No puedo― Dijo levemente agitado― No es lo correcto, Paula.
Me separo de él.
― ¿Dudas de mi, cierto? ― Pregunte con tristeza.
― Después de tantas mentiras, si,un poco― Dio media vuelta y salió por la puerta.
No podía culparlo, yo en su lugar actuaría igual. Las mentiras lastiman demasiado a las personas e inclusive logran acabar con la confianza…y el amor.

Minutos más tarde baje a la sala y Pedro veía televisión.
― Hola― Me acerque a él.
pedro me miro por encima del hombro sin expresión alguna. Me senté a su lado y recargue mi cabeza en su hombro.
― Tendremos visita― Dijo acariciando mi cabello.
― ¿Quién vendrá?
― Un amigo― Suspiro― Llega en minutos.
― ¿Minutos? ― Repetí― Debiste decirme antes, tengo que cocinar, Dora no esta.
Como un resorte me levante del sillón y fui a la cocina. Abrí el refrigerador y comencé a seleccionar alimentos, pedro tomo una de mis manos y me detuvo.
― La verdad es que no es un amigo, es mi asistente quien viene a comer― Dijo serio.
― Y, ¿a qué viene? ― Dije con evidente desaprobación.
― Le pedí que me ayudara con la verificación de algunos papeles, eso es todo.
― Yo puedo ayudarte, no la necesitas, así que llámala y dile que no se moleste en venir― Atropelle las palabras.
― Eso sería demasiado descortés después de no haber ido a comer con ella, ¿no te parece?
― No, no me parece― Puse las manos en mi cintura― Rechazaste mi invitación a comer y hace un momento…― Me sonroje―
― ¿No te hice el amor? ― Dijo divertido.
― ¿Por qué hablas de eso con tanta naturalidad? ― Me sonroje aun más― Pero si, a eso me refería.
― Se que desconfías de mi.
― De ti no, de ella― Lo interrumpí― Es demasiado bonita y…
― No más que tu,Paula―
Rodé los ojos al recordar a su asistente, fije mi vista en la nada mientras trataba de controlar mis celos. Pero los labios de Pedro me sacaron de mis pensamientos.

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"No se preocupen, que esta nove va tener un final feliz...."

Muchas gracias!!

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